OBESIDAD DE MADRE A HIJO.
La obesidad es una enfermedad crónica, compleja y no trasmisible que deriva de múltiples factores, y que actualmente se evidencia desde muy temprana edad. Hoy en día, un tercio de los habitantes del mundo está afectado por al menos una forma de malnutrición. Más del 40% de todos los hombres y mujeres (2.200 millones de personas) presenta sobrepeso u obesidad, a la vez que por lo menos 8 millones de muertes anuales guardan relación con una dieta malsana. (1) En las últimas tres décadas se evidencia una clara tendencia al sobrepeso u obesidad en niños, considerando causas multifactoriales como factores genéticos, hormonales, estilo de vida e influencias ambientales. La OMS publica cifras impactantes y que año tras año va en acenso, la prevalencia del sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes (de 5 a 19 años) ha aumentado de forma espectacular, del 4% en 1975 a más del 18% en 2016. (2), si esto es una tendencia, el futuro de estas nuevas generaciones será tener una vida poco saludable y con una esperanza de vida menor que la de sus propios padres.
Es importante aclarar que los problemas de obesidad en niños no solo se ven influenciados por factores genéticos o del estilo de vida establecido por su entorno después de nacer, sino que gran parte provienen del estado de salud y/o estilo de vida de las madres en la preconcepción o durante el embarazo. Según un Estudio observacional realizado en 2013 a mujeres españolas en edad fértil, solo una de cada 4 mujeres españolas planifica su embarazo. (3) y adicionalmente a este pequeño porcentaje de mujeres no se les evalúa su estado nutricional, ni mucho menos su estilo de vida, siendo un determinante fundamental en el desarrollo embrionario, con efectos durante el embarazo, la infancia, el crecimiento, el desarrollo inmediato y a largo plazo para la salud en la adultez.
La ciencia ha demostrado que 4 o 5 décadas después el cuerpo puede saber que comió y a que contaminantes estuvo expuesta la madre durante el embarazo; nuestro cuerpo puede recordar eventos tempranos por cambios en las marcas epigenéticas de nuestros genes; por lo tanto la futura madre debería ser informada y/o asesorada sobre la importancia de mantener una dieta y estilo de vida equilibrado con aportes nutricionales específicos y cuidados previos al embarazo y posparto, especialmente, antes de los primeros 1.000 días de vida del bebe ( 270 en promedio de embarazo + 365 de los 0 al 12 meses + 365 del 1er año de vida). Un ejemplo que es aplicable a los humanos es el de la abeja reina, su casta no está determinada por factores genéticos, esta tiene el mismo genotipo que la abeja obrera, solo se convierte en reina si durante el estadio de larvas de 13 días, se alimenta la jalea real; si esta alimentación solo es efectuada durante pocos días y luego se continua con miel y polen, la futura abeja reina se convertirá en una obrera más. (4)
Durante la gestación especialmente en el tercer trimestre la madre sufre una disminución en la sensibilidad a la insulina en aproximadamente un 60%; entre la décimo y decimotercera semana de gestación, el aumento de las concentraciones de estrógeno, progesterona e insulina favorece la deposición lipídica e inhiben la lipólisis, lo que resulta en una acumulación de reservas de grasa materna, de ahí la importancia de establecer patrones dietéticos y de actividad física para la madre previo a la concepción. La Dra. María Perales “Doctora en CC. De la Actividad Física y del Deporte con Mención Internacional. Especialista en ejercicio físico durante el embarazo.”. Afirma que, “el ejercicio físico durante el embarazo es un factor clave para asegurar la calidad del entorno intrauterino”.
El ALSPAC (El Estudio Longitudinal Avon de Padres e Hijos, anteriormente el Estudio Longitudinal Avon de embarazo y la infancia). (5) observaron la dieta de mujeres embarazadas y encontraron que la alta ingesta de carbohidratos dietéticos durante la fase temprana del embarazo alteró el estado de metilación del ADN en el gen receptor de vitamina E que actúa en cuerpo como antioxidante, concluyendo un marcado aumento de la metilación de este gen receptor en el momento del nacimiento, y como consecuencia los niños, a la edad de seis y nueve años respectivamente, tenían niveles más altos de deposición de grasa corporal. Así como en el caso de las abejas reinas vemos como hay una estrecha relación entre la epigenética neonatal y el riesgo de enfermedad posterior.
Otro estudio realizado por La Universidad de Southampton y King’s College de Londres (UPBEAT)(6), sobre la mejora de la Actividad y Alimentación en mujeres embarazadas con obesidad y posteriormente a sus hijas/os en Reino Unido. Se les recomendó una dieta con un índice glucémico más bajo, así como una ingesta reducida de grasas saturadas. Las mujeres que recibieron apoyo para cambiar a una dieta más sana y aumentar su actividad física aumentaron menos de peso y estaban más saludables a nivel metabólico que un grupo de control, que no hicieron ningún tipo de cambio en su estilo de vida durante el embarazo. Si bien, en la actualidad hay más conciencia social sobre la obesidad y la problemática que representa en la salud mundial, es necesario que las acciones no solo provengan de las entidades sanitarias sino que se debe involucrar de manera activa a todos los profesionales de primera instancia a los que la futura madre acude, como los médicos y ginecólogos, si ellos como primer canal dan información precisa y oportuna la madre que la aliente desarrollar acciones de estilo de vida saludable a largo plazo, seguramente entenderá de su importancia y no dudaran en buscar apoyo adicional en profesionales especializados como nutricionistas, preparadores físicos y psicólogos. La preconcepción es un momento óptimo para adquirir buenos hábitos para la salud de la mujer, lo que sin duda se verá reflejado en un óptimo desarrollo del embarazo del feto con un impacto positivo de manera inmediata como a largo plazo e incluso en futuras generaciones.
Fuentes.
1. OMS. 07/12/21. La OMS acelera el trabajo sobre las metas de nutrición con nuevos compromisos. Extraído de: https://www.who.int/es/news/item/07-12-2021-who-accelerates-work-on-nutrition-
targets-with-new-commitments
2. OMS. 09/06/21. Obesidad y Sobrepeso. Extraído de: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/obesity-and-overweight
3. Fabre, E., Bermejo, R., Doval, J. L., Pérez-Campos, E., Martínez-Salmeán, J., & Lete, I. (2014). Estudio observacional, transversal, de una muestra representativa de las mujeres españolas en edad fértil, sobre los cuidados, hábitos y promoción de la salud previamente y durante el embarazo: Estudio GESTMUJER. Progresos de Obstetricia y Ginecología, 57(7), 285-290.
4. Zhu, K., Liu, M., Fu, Z., Zhou, Z., Kong, Y., Liang, H., ... & Chen, X. (2017). Plant microRNAs in larval food regulate honeybee caste development. PLoS genetics, 13(8), e1006946.
5. Golding, J., Pembrey, M., & Jones, R. (2001). The ALSPAC Study Team ALSPAC–the avon longitudinal study of parents and children. Paediatr. Perinat. Epidemiol, 15, 74-87.
6. Antoun, E., Kitaba, N. T., Titcombe, P., Dalrymple, K. V., Garratt, E. S., Barton, S. J., ... & UPBEAT Consortium. (2020). Maternal dysglycaemia, changes in the infant’s epigenome modified with a diet
and physical activity intervention in pregnancy: Secondary analysis of a randomised control trial. PLoS medicine, 17(11), e1003229.